Dios clemente y misericordioso,
en tu Omnipotente Trinidad yo confío y espero
y por la mediación de San Cono
te pido salud, trabajo y unión de mi familia.
Señor, yo no quiero pecar
pidiéndote suerte en el azar,
pero cuando tú quieres nos puedes tender
por medio de San Cono una mano
para ganar una apuesta: