Virgen María de los Pobres,
Tu eres bendita entre todas las mujeres
y bendito es Dios, nuestro Padre,
que te ha enviado a nosotros.
Lo que tú has sido siempre para nosotros
lo sigues siendo y lo serás
siempre para aquellos que, como
nosotros y aún mejor que nosotros,
te ofrecen su fe y su oración.